LA NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA
El Señor misericordioso le dictó a Santa Faustina una novena que le pedía que orara antes de la Fiesta de la Misericordia a partir del Viernes Santo. Él la instruyó de esta manera:
“Deseo que durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi misericordia, para que encuentren allí la fortaleza, el refugio y toda aquella gracia que necesiten en las penalidades de la vida, y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi corazón un grupo de almas diferentes y las sumergirás en el océano de Mi misericordia y Yo conduciré todas esas almas a la mansión de Mi Padre... Todos los días implorarás a Mi Padre gracias para esas almas en atención a los méritos de mi amarga Pasión.” (Diario, 1209)
Estas son las intenciones que Jesús asigna a los nueve días: