LA IMAGEN DE LA DIVINA MISERICORDIA 

El 22 de febrero de 1931, la hermana Faustina fue a su habitación para pasar la noche. De repente, Jesús se paró frente a ella señalando la herida en su costado de donde emanaban los rayos. Santa Faustina registra las palabras del Señor Misericordioso en su diario:

“Pinta una imagen según el modelo que vez, y firma:
Jesús, en Ti confío.  Deseo que esta imagen sea
venerada primero en tu capilla y [luego] en el mundo entero.”
(Diario, 47).

“Prometo que el alma que venera esta imagen no perecerá.  También prometo, ya aquí en la tierra
la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la
hora de la muerte.  Yo Mismo la defenderé como Mi gloria.”
(Diario 48).

“Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias.  Ese recipiente es esta imagen con la firma:  Jesús, en Ti confío.” (Diario 327)

Santa Faustina tuvo dificultades con esta petición. Un confesor le dijo que el Señor tenía la intención de pintar esta imagen en su alma, instrucciones que el Señor Misericordioso rápidamente aclaró. Eventualmete, la santa, con la ayuda de su director espiritual, el padre Michael Sopocko, pudo hacer que un artista pintara la imagen. Santa Faustina visitó y guió al artista Eugene Kazimierowski entre 1934-1935. Sin embargo,
cuando se terminó la pintura, Santa Faustina
lloró al verla y exclamó: ¿Quién te pintará tan bello
como Tú eres?  Jesús respondió:  “No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta
imagen, sino en Mi gracia.“
(Diario 313).

De acuerdo con los deseos de Jesús, la pintura fué venerada primero en Vilnius. Hoy se ha extendido por
todo el mundo, poniendo al Salvador Misericordioso
cara a cara con las almas y llevando a cabo lo que Jesús llamó el tiempo de la misericordia.

 

JESÚS, EN TI CONFÍO

Si has visto la imagen de la Divina Misericordia, has visto las palabras en la parte inferior de la imagen, "Jesús, en ti confío". Jesús específicamente pidió estas palabras. Santa Faustina registra esto en el Diario:..“Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido….Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que vez, y firma: Jesús, en Ti confío.  Deseo que esta imagen sea venerada primero en tu capilla y [luego] en el mundo entero.” (Diario,47).

Es interesante que Jesús pidió las palabras "Jesús, en ti confío" en lugar de "Jesús, ten piedad de mí". La confianza, entonces, es una parte integral de nuestra respuesta al Amor Misericordioso. Para Santa Faustina, esta confianza es infantil y humilde. La calidad de nuestra confianza es la calidad de nuestra respuesta a la insondable misericordia de Cristo hacia nosotros.