BEATO PADRE MIGUEL SOPOCKO

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La Diócesis de Colorado Springs tiene la bendición de haber adquirido la reliquia de primera clase del Padre Michael Sopocko que está disponible para veneración todos los sábados por la mañana en la Misa de las 8:00 a.m. y la Hora Santa en la Iglesia Católica de San Patricio.

1933 fue un año de penurias, miseria y lo inesperado. Para muchos países, fue uno de los peores años de la Gran Depresión. En Rusia, la hambruna severa cobró la vida de varios millones de personas. Adolfo Hitler se convirtió en canciller de la Alemania nazi y abrió el primer campo de concentración de su país, Dachau. En los Estados Unidos, las Grandes Llanuras del Sur sufrieron 38 tormentas de polvo, una fue lo suficientemente poderosa como para arrancar la capa superior del suelo de las tierras de cultivo de Dakota del Sur. Pero un evento de inestimable importancia que pasó desapercibido durante este año de agitación en la ciudad de Vilna, en lo que hoy es Lituania. Un hombre, un sacerdote enérgico y brillante teólogo, el Padre Miguel Sopocko, fue nombrado Confesor del Convento de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.

El Padre Sopocko no lo sabía, pero Dios le había encomendado una misión que tendría un mayor impacto en el mundo en ese momento, ahora y en el futuro, que toda la agitación política y socioeconómica que prevaleció y sigue prevaleciendo en todo el mundo. Su misión era apoyar, guiar y colaborar con un alma extraordinariamente santa, Sor María Faustina Kowalska del Santísimo Sacramento, a quien conoció en el Confesionario de ese Convento en Vilnius.

Adicionalmente, debía ayudar a cumplir los planes de Dios de la Misericordia que se le revelaban místicamente, planes para recordarle al mundo el amor Misericordioso de Dios hacia todos, y planes para la promoción y la súplica de la Misericordia de Dios para todo el mundo. El tiempo divinamente designado había llegado para un sorprendente derramamiento de gracia. Como Santa Faustina escribió en su Diario, “En el Antiguo Testamento enviaba a los profetas con truenos a Mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi Corazón misericordioso”. (Diaro 1588) También escribió: "Prepararás al mundo para mi venida final" (Diario 429) y “Habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia” (Diario 848)

Entonces, ¿quién era èste padre? Miguel Sopocko, èste sacerdote que Jesús describe a Santa Faustina: “Es un sacerdote según Mi corazón, Me agradan sus esfuerzos. Ves, hija Mía, que Mi voluntad tiene que cumplirse y aquello que te he prometido lo cumplo. A través de él derramo consuelo a las almas dolientes, atormentadas; por medio de él Me ha complacido difundir el culto a Mi misericordia (19). A través de esta obra de misericordia se acercarán a Mi más almas de cuántas se habrían acercado si él hubiera continuado absolviendo día y noche hasta el fin de su vida, porque en tal caso el trabajaría apenas hasta el fin de su vida, mientras que por esta obra trabajará hasta el fin del mundo." (Diaro 1256)

Al principio de su sacerdocio, el Padre Sopocko abrió dos iglesias misioneras y varias escuelas. Fue un capellán militar, un autor prolífico que escribió varios artículos para publicaciones religiosas sobre los temas de pedagogía, catequesis, homilética, teología pastoral y espiritualidad. Sus publicaciones fueron bien leídas y ampliamente distribuidas y fueron traducidas al latín, inglés, francés, italiano y portugués. 

Era un conocido confesor y director spiritual, respetado profesor de teología pastoral en la Universidad Stefan Bathory de Vilnius. Su investigación académica de los textos bíblicos y teológicos explicó y apoyó la verdad doctrinal sobre la Devoción de la Divina Misericordia, y sus esfuerzos para obtener la aprobación oficial para el Día de la Divina Misericordia y la Devoción de la Divina Misericordia de las autoridades de la Iglesia fueron incansables. En resumen, el Padre Miguel Sopocko fue un sacerdote notablemente tenaz, talentoso y santo.

Inicialmente escéptico sobre la validez de las revelaciones de Jesús que Santa Faustina le relató, y que necesitaba más tiempo para evaluar sus afirmaciones de las que tenía disponibles cuando visitó el convento, el Padre Sopoko exigió a Sor Faustina que obedeciera y escribiera en cuadernos sus experiencias místicas. Estos cuadernos, seis en total, se convirtieron en lo que ahora conocemos como su Diario. Después de mucha oración, una reflexión prudente, una intensa investigación y una evaluación psiquiátrica positiva por parte de un destacado psiquiatra, creyó en la autenticidad de las experiencias de Santa Faustina, una creencia que lo llevó a dedicar los años restantes de su vida, 42 en todos, para difundir y promover el mensaje de la Divina Misericordia.

Fue el primero en creer en Santa Faustina y en comprender que la salvación del mundo dependía de la Divina Misericordia de Dios. El padre Sopocko también encontró al artista Eugene Kazimierowski, quien pintó la imagen original de la Divina Misericordia e incluso se hizo pasar por Jesús para el artista. Fue a través del Padre Sopocko que la imagen de la Divina Misericordia se mostró por primera vez ante el público en la entrada de la ciudad de Vilnius, la Ostra Brama, el primer domingo después de Pascua en1935, efectivamente el primer domingo de la Divina Misericordia, mientras predicaba el mensaje de la Divina Misericordia. El Padre Sopocko alentó y guió a Santa Faustina en los pocos años que siguieron a este evento hasta su muerte en 1938.

Después de la muerte de Santa Faustina, el Padre Sopocko contempló el mensaje de la Divina Misericordia entretejida en la Sagrada Escritura y la tradición teológica de la Iglesia. Estudió los escritos de Santo Tomás de Aquino y San Agustín, y a través de ellos pudo confirmar las revelaciones de Santa Faustina sobre el mayor atributo de Dios que es la misericordia. Repetidamente e incansablemente hizo el caso académico y teológico para la Fiesta de la Divina Misericordia. Él predicó sobre la Divina Misericordia y enseñó sobre la Divina Misericordia mientras la Segunda Guerra Mundial continuaba.

En 1942, al huir a un convento de ursulinas a pocas millas de Vilnius, escapó por poco de la deportación a un campo de concentración. Durante dos años se hizo pasar por un jardinero para las Hermanas y un carpintero para la gente del pueblo. Sin embargo, en 1944 se vio obligado a huir de Lituania por completo y trasladarse a Bialystok, Polonia. Fue allí donde fundó la orden religiosa de las Hermanas del Jesús Misericordioso, enseñó en el Seminario Mayor Arquidiocesano y continuó reflexionando y difundiendo el mensaje y la devoción de la Divina Misericordia.

El Padre Sopocko no era ajeno al sufrimiento. En 1958 se vio obligado a retirarse de sus deberes sacerdotales y de dar charlas a grandes audiencias debido a un nervio facial dañado. En 1962 fue herido en un accidente automovilístico. Aunque tenía mala salud y estaba retirado del público, publicó una obra magna de cuatro volúmenes titulada La misericordia de Dios en sus obras de 1959 a 1962. Quizás su mayor sufrimiento fue el resultado de la prohibición de 20 años del mensaje de la Divina Misericordia y Devoción que proclamó y por la que trabajó tan diligentemente. La prohibición, debido a una traducción defectuosa del diario de Santa Faustina al italiano, se levantó en 1965 cuando un joven arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, alentó una investigación oficial sobre la vida y las virtudes de Santa Faustina.

El Padre Miguel Sopocko y Santa Faustina fueron heraldos del Mensaje de la Divina Misericordia, el Mensaje que Nuestro Señor Misericordioso reservó para anunciar la Nueva Evangelización en este, el tercer milenio. El Padre Miguel Sopocko, el segundo Apóstol de la Divina Misericordia, como fue nombrado en el Diario de Santa Faustina, murió el 15 de febrero de 1975 en Bialystok, Polonia. Fue declarado Beato el 28 de septiembre de 2008 en una misa especial en la Iglesia de la Divina Misericordia en Bialystok, Polonia. Su fiesta es el 15 de febrero.